En noches de Luna llena, con la mar en calma, zarpa de Isla Dormida con rumbo Altea, en la Marina Baixa, un velero de casco blanco y velas refulgentes: “Luz del Mar”. Singladura paralela a la Sierra Helada siguiendo la estela que la Luna dibuja plata brillante en la mar azul oscuro. Pilotando el barco y al mando del timón: Margot la Fée; la tripulación: Nereidas dulces y experimentadas. Lanzan redes doradas de malla fina al agua salada, dispuestas a pescar sueños rotos, sin final, que fueron a parar al mar en noches de tormenta interior de soñadores enamorados. Tras la suave travesía suben y recogen redes que gotean sentimientos y atracan en el puerto de destino. Tarea de seleccionar y unir restos de sueños inconclusos de almas soñadoras que encajen con final feliz, para ser devueltos a sus dueños en gaviotas blancas silenciosas que volarán a su encuentro en otras noches de Luna llena.