“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”.
Fernando Pessoa
Arde el amanecer, renace la vida, cada mañana, mirando al Este. Son las ocho de la mañana de un domingo de otoño, miramos al Este y quedamos asombrados ante un cielo que se incendia para alumbrar un nuevo día.