“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”.
Fernando Pessoa
Lucía una brillante y luminosa
mirada azul que no dejaba indiferente a nadie, me acerqué a ella, le pregunté
su nombre y una sonrisa indefinida y misteriosa encendió la noche, esa fue su
mágica respuesta.