Señal de que avanzas es la estela
que dejas detrás de ti, efímero rastro de tu paso por la vida. Que seas
recordado o no, de ti no depende. Tú te limitaste a amar, sin límites, aunque
con los errores propios de cualquier navegante poco experimentado. Llegar a
puerto no era tu destino, tampoco lo fue naufragar en el camino.
“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”. Fernando Pessoa