“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”.
Fernando Pessoa
En cuatro palabras tuve que
condensar cuatro años, me sobraron tres y quedó una: "amor". Fue un
discurso breve, pero intenso, propio de un hombre de pocas palabras y de muchos
silencios.