Si de medir palabras se trata,
¿qué métrica puedo emplear? Milimétricas algunas, difíciles de descifrar.
Otras, en cambio, tan largas que ni con cinta métrica logro tallar. Palabras
escurridizas resbalan en mis manos mientras otras, gruesas y pesadas, no se
dejan tasar. Palabras justas y medidas no dan pie a malinterpretar.