Juego analizando el entorno donde interaccionamos y tu actitud en el juego: rápidas e imprudentes respuestas y largos y meditados silencios.
Muestro mis naipes en público y complemento mi estrategia, que intento sea óptima, con otras cartas privadas, sin ocultar casi nada.
Mi comportamiento creo que es el previsto dada mi condición de iniciador de la partida y el tuyo contiene, a veces, procesos de decisión más elaborados en función de mis previsibles o inesperados movimientos.
Intentamos cooperar y no caer en el “Dilema del prisionero” en interés de ambos y de que la partida evolucione distendida y agradablemente.
Nada nos jugamos, tan sólo disfrutar con el juego para vivir nuevas y excitantes experiencias al margen de la rutina diaria que nos impide mostrar otras facetas y cualidades de nuestras múltiples personalidades.
Creo que ambos ganamos adquiriendo soltura en el juego y conocimiento de nuestras posibilidades y las del contrario.
Inicio una nueva partida, descubro carta, de nuevo, esperando tu respuesta.
¿Juegas?