Me he despertado hace diez minutos, en sueños escuché llover
intensamente y soplar el viento con fuerza. He abierto la contraventana y hay
poca luz, siento el frío ahí afuera. Aquí dentro, con la sábana hasta el cuello
escribo pensando en ti y te transporto con mi imaginación para traerte desde la
alcoba de tu castillo hasta mi cama. Te acojo a mi lado, te acaricio, te beso,
te digo que te quiero, te abrazo y te
protejo durante un instante eterno y reconfortante. Han pasado unos
minutos, has dormido profundamente y despiertas de nuevo, un poco aturdida pero
encantada, en tu real cama.