jueves, 12 de junio de 2014

Sueño de verano.


Como una muñeca de papel, con tus vestidos recortables de verano, cambias de imagen cada tarde. Una imagen juvenil y alegre, chic. Te miras al espejo de arriba abajo con coquetería y algo de timidez,  y disparas una foto que me envías, volando, de recuerdo.

Llegada la noche echas a correr descalza  en dirección a la playa. Yo te sigo con mi imaginación y mis palabras para darte alcance y construir castillos de arena que ruedan abrazados por el suelo. Y mientras te beso, o me besas, en el fragor de la pasión y con la luna llena de testigo iluminando el magnífico escenario, una ola nocturna y alevosa nos cubre con su manto de espuma salada. Al momento, tras la tormenta marina, tu vestido de papel se deshace entre mis brazos y tan sólo queda de ti el aroma a tierra mojada en mi sueño de verano.