Veinticuatro ahoras llenan tu
día. Un ahora para cada momento y otro ahora para después. Tres ahoras con
retraso marchan sin darte cuenta. Dos ahora mismo que nunca llegan a ser. Ahora
en punto para las noticias radiadas y ahora es tarde cuando se fue el tren.
¿Ahora qué haces? Cuando ahora no sabes qué hacer. En buen ahora, te preguntas
después. Y ahora, que ya lo sabes, no pierdas más ahoras pues no volverán a
ser.