Tras las últimas lluvias de otoño preparamos el terrero para la próxima cosecha. Labramos la tierra peinándola con profundos surcos paralelos que acojan las semillas de letras, mayúsculas y minúsculas, que sembramos a discreción.
Mezcla especial de vocales y consonantes, en proporción 2:3, junto a gran cantidad de signos de puntuación.
Nos gustan los productos naturales y, por tanto, no añadimos ningún abono químico que contamine nuestras letras. Practicamos, pues, una agricultura ecológica. Empleamos tan sólo materia orgánica en descomposición: restos de otros escritos trasnochados y que mueren lentamente con el paso del tiempo. Tampoco regamos artificialmente nuestros campos, dejando el aporte acuoso al albur del tiempo atmosférico y de nuestra imaginación.
El resultado, en primavera. Cosecharemos gran cantidad de palabras naturales, de gran calidad y pureza, que sirvan para expresar juicios claros, sentimientos profundos propios y alguna boutade para consumo nuestro y obsequiar a la comunidad lectora que nos rodea.
Mientras tanto damos salida a palabras y frases elaboradas que reposan en nuestra despensa, fruto de cosechas anteriores, dispuestas a alimentar nuestra hambre de expresión y nuestra sed de comunicación.
Hemos organizado visitas guiadas a nuestra finca para mostrarte todo el proceso detenidamente. Puedes venir a compartir con nosotros un día de trabajo en el campo, serás bienvenida.