Caminamos intentando mantener el equilibrio en los momentos más delicados: en aquellas situaciones conflictivas que la vida nos pone delante para medir fuerzas y tambalear nuestras convicciones.
Cómo seres valientes y soñadores dudamos un momento, en ocasiones prolongado, pero nos lanzamos con decisión dispuestos a superar los obstáculos.
Nuestra sombras andan detrás de nosotros certificando nuestras hazañas, atentas siempre al rescate en caso de apuro, mientras aprenden a caminar siguiendo nuestro ritmo y hechizadas por nuestro encanto.