Quiso comerse el mundo y acabó
devorada por él. ¿Qué fue de sus sueños? ¿Dónde quedaron? Todavía conservo
aquella fotografía, de aquel dibujo suyo en el pavimento, autorretratada en su
mundo de niña feliz. Me asomo a ella con nostalgia y siento que la vida, si
eliges mal o no tienes suerte, puede ser muy cruel.