Bajar la persiana y crear la
noche. Una noche artificial pues todavía hay mucha luz al otro lado. Luces
afuera y demasiadas sombras dentro. Oscuridad para quien no quiera ver y luz
para el que se atreva a levantar la persiana. Ver las luces que irradian otras
almas y descubrir el oscuro vacío que llena la tuya.