miércoles, 3 de febrero de 2021

De gira

 

Con solo abrazarla, como se abraza a una guitarra española, su cuerpo se estremecía y vibraba una melodía imposible de escribir en el pentagrama. Fueron muchos sus encuentros y, desde el segundo, nunca necesitaron afinar sus cuerpos. Era tal la sintonía que a ciegas tocaban las cuerdas, el uno de la otra y la otra del uno, con mucha soltura, desenfreno y armonía, sin partitura ni guion, ni ningún chirrido. Y así siguieron y perdieron la cuenta de sus encuentros, durante muchos años de gira, en los mejores hoteles y salas de concierto.