Y cuando no hay disponible una imagen inspiradora, o que
ilustre por sí sola lo queremos contar, no queda más remedio que sacar palabras
del diccionario y construir con ellas un relato cuando menos llamativo o
singular. Una historia corta, pues no están los tiempos para perderlos en
cuentos ajenos teniendo todos algo urgente e intranscendente que contar. Y así,
poco a poco, palabra tras palabra, voy terminando de revelar esta fotografía
sin píxeles ni marco para que veas que una imagen puede expresar antes y mejor todo lo que en este momento estoy terminando de escribir
y tú, si has tenido la suficiente paciencia, de
leer, es decir: casi nada, que no es mucho.