jueves, 31 de diciembre de 2009

La rueda del Tao.



Treinta y dos radios se unen en el cubo de una rueda; del vacío (del cubo) surge la utilidad de la rueda.
Forma una vasija con arcilla; del vacío (de la vasija) surge su utilidad.
Abre puertas y ventanas en las paredes de una casa; del vacío (de las aberturas) surge la utilidad de la casa.
Así pues, con la existencia de las cosas nos beneficiamos, y la no-existencia de las cosas nos es útil

Tao The King.
Lao Tse.">

De repente.



Vuelve a remontar la corriente, a alzarse sobre las olas virando hacia el horizonte, hacia su propia existencia.
Planea cerniendo la suave brisa que la agita, que la templa; vacila un instante y se lanza ferozmente en picado tensando las alas, cortando el viento.
Siente la velocidad en sus plumas que se agitan sin cesar, enajenada.
De repente, en la incertidumbre del ruido extraño, feroz, nacida del arma enardecida corre la bala a su alcance, a su fin. Movimiento brusco del impacto, abatimiento del control perdido, de la confianza cortada, del miedo y de la nada. Cae agitada de dolor, desorientada en su inútil esfuerzo por volver a remontar, bajo las garras de la gravedad, de la muerte. Su débil cuerpo impregnado en su propia sangre, en su propia vida, rompe en la mar áspera, en su tumba eterna.
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