Que sea tu mano la raíz que me sustenta y la brisa que eriza mi piel. Que sea suave en las caricias y firme en las tempestades. Que sea apoyo y también consuelo. Que sea alegre, dando palmas, y reflexiva, cuando escribas. Que sea tuya e independiente. Y que también sea mía y me deje tu huella, para siempre.