“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”.
Fernando Pessoa
Ya era la noche. Había
luciérnagas, grillos, salamanquesas, autillos, perros, gatos, mosquitos,
ratones, lagartijas y demás bichos vivientes, sólo faltabas tú, porque yo
también estaba.