Trae, la lluvia, una cortina
cenicienta que apaga los cálidos colores de noviembre invitándonos al
recogimiento. Encerrados dentro de nosotros, aislados y meditabundos, arraiga
la nostalgia en nuestro ánimo. Llegó, por fin, el otoño gris que tanto
estábamos esperando.
“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”. Fernando Pessoa