Camino de las estrellas te vi
pasar fugazmente. Ibas con toda tu luz destellante, la música celestial a todo
volumen, sin cinturón y jugando con el móvil. Creo que llegaste a verme por el
retrovisor izquierdo, porque un guiño tuyo quedo grabado en la cara oculta de
la Luna. Esperaré tu regreso sentado en el infinito, contemplando mientras
tanto el llanto de San Lorenzo.