viernes, 14 de junio de 2013

La última cita.


Fui a tu encuentro y te encontré, ya casi a punto de marcharme.

Hubo otros encuentros previos, como de tanteo, donde sentimos, creo, el chispazo de nuestras miradas. Desde entonces, fieles a nuestra cita, hemos compartido mucho más que unos minutos en compañía. Nos hemos regalado lo mejor que llevamos dentro: el cariño, las ilusiones y los sentimientos que, sin saber por qué, nacen de nuestros corazones. Salvo un par de pequeños malentendidos, ¿recuerdas?, nuestras conversaciones, miradas y silencios han llenado y desbordado todas las expectativas. Nos sentimos muy a gusto juntos en cualquier momento y en cualquier situación. Sintonizamos y estamos conectados en la distancia a través de no sabemos qué hilo mágico. La vida nos ha traído hasta aquí y nos sentimos felices de este hallazgo mutuo y maravilloso. Hemos creado una preciosa amistad, cómplice, un poco loca y enamorada. Ojalá consigamos mantenerla de por vida.

Encontraremos otros espacios y otros tiempos para seguir mirándonos a los ojos con la misma intensidad del primer día.