Cuando pienso en ti me viene a la
cabeza una imagen borrosa. Quizás se trate de una pérdida de memoria o tal vez
una ganancia de desinterés. Ya casi no te veo ni te reconozco ni te distingo.
De la leña que un día ardió, sólo quedan cenizas que el viento aleja cada día
un poco más de mí. Si no siento, olvido. Es frágil mi memoria y débil la
fotografía que guardo de ti. Un día desaparecerás para siempre y serás noche
cerrada sin posibilidad de amanecer.