martes, 25 de octubre de 2016

Tormenta.

Unos relámpagos me despertaron hace unos minutos e iluminaron la noche, luego llegaron los truenos rasgando el silencio y detrás la lluvia cayendo con entusiasmo. No estabas aquí, conmigo, pero estaba tu recuerdo y creo que también tu espíritu. Ahora todo está tranquilo otra vez, pasó la tormenta y regresó la paz de la noche. Sigue durmiendo, donde quiera que estés, que yo velaré tus sueños.