El día que me despoje de la
armadura comprobarás que dentro de mí no hay nada y que todo fue un fantástico sueño
en una noche medieval. Mientras tanto seguiremos creando historias de reinas y
soldados y recreándonos con ellas. Vivimos, realmente, aquello que es fruto de nuestra imaginación,
lo demás, para nosotros, carece de interés.
Ponernos la armadura y proteger
nuestra intimidad. Ocultar lo que llevamos dentro. Establecer una barrera
metálica que nos aísle de los demás. Actitud de defensa y quizás también de
ataque. Prepararnos para recibir golpes y evitar sus consecuencias. ¿Quién no
lleva una armadura invisible puesta? ¿Quién está dispuesto a quitársela y
mostrar realmente qué es lo que hay dentro de él, o de ella?