Y al final de la jornada hacemos
caja, arqueo. Comprobamos que, tras los cobros y pagos registrados, coincide el
saldo que arroja la máquina con la suma de los billetes y monedas que acabamos
de contar. Cuadre o descuadre, porque falte o sobre dinero, son las opciones
posibles. Y también es posible hacer la cuenta de aquello que hemos vivido en
las últimas veinticuatro horas. Reflexionar unos minutos para sacar las
conclusiones que nos ayuden a comenzar un nuevo día con la caja vacía pero
llena de posibilidades.