Ligera de equipaje, con tu
cartera en bandolera, iniciarás el camino del norte en busca de la felicidad.
Atrás quedarán recuerdos y obligaciones, también muchos sinsabores y ansias de
libertad. Ya no serás imprescindible, ni necesario tu esfuerzo para con todos, porque
lo diste todo, todo lo que pudiste dar. La mar te espera, las olas no paran de
olear y las gaviotas hace días que presienten tu llegada. Allí estaré yo
también para recibirte con los brazos abiertos que al contacto contigo se
cerrarán. Una nueva vida te espera en cuanto comiences a caminar.