Niña sigues siéndolo todavía y no dejes de serlo nunca, no dejes de subir al tejado de tus sentimientos en noches de luna llena, no dejes de atrapar sueños fugaces mirando a las estrellas, no dejes que el tiempo te robe la ilusión y el encanto de sentirte enamorada, no, no dejes de escuchar a tu madre gritar desde ahí abajo, mientras rezas, con las manos juntas, oraciones tan bellas.