Puedes tapar tus oídos para no
escucharme, puedes cerrar tus ojos y no verme, puedes esconder tus manos para
no tocarme, puedes apretar tus labios y evitar besarme, incluso puedes dormir
despierta e intentar no soñarme, pero: ¿Acaso puedes engañar a tu corazón para
dejar de amarme?