Sol, viento, energías que mueven mis brazos en el aire de la mañana.
Destellos en las nubes flotan alrededor de la luz.
Aquí, en lo alto de la torre, me dejo llevar por las corrientes dominantes.
Conectado al cable que transmite mi potencia hacia ti.
Y siento, a pesar de mi metálica estructura, tus gestos que me miran desde abajo.
Tan sólo, cuando llega la calma, dejo de girar y me concentro en los paisajes que contemplo en el horizonte buscando, siempre, una nueva corriente, como la tuya, que mueva mis aspas con suavidad.