sábado, 12 de noviembre de 2011

La rebelión de los libros de Eva.

Querida Eva, nos llegan noticias por medio de un amigo común, aunque él pretende no serlo (común), que te quiere y quiere evitar el desastre. Malas noticias anunciando tu intención de abandonarnos, de dejarnos morir en el olvido de las estanterías, cogiendo polvo, o llevarnos al contenedor de papel usado para reciclarnos en envases, en papel higiénico o de periódico. Olvidarnos para siempre y darle paso al “ebook”, ese cacharro frío e infame que nos roba lectores día a día.

Ignoras que aprendiste a leer y soñar con nosotros, inmersa en cuentos con grandes letras y atractivos dibujos de colores que conseguían hacer volar tu imaginación. Tu cuerpo y tu inteligencia crecieron con nosotros: en los libros de texto, en las novelas para adolescentes, en aquellos ininteligibles libros de psicología y en los farragosos manuales que manejas en el trabajo. Nosotros, en cambio, no hemos pensado jamás abandonarte, te queremos y te comprendemos, somos parte de tu historia y de tu familia.

Ahora disfrutas de la lectura de “best seller”, y, como tenemos vida propia, nos vamos adaptando, conforme avanzas en la trama de la novela, a tu estado de ánimo en cada momento. Sí, porque los libros, como la vida, tenemos un principio (a veces también un prólogo) y un final (a veces también un epílogo), pero la historia que contamos es diferente para cada lector. Obtenéis conclusiones y reflexiones personales distintas, ¿acaso un "ebook" puede transmitir tanta emoción? Por no hablarte de nuestras atractivas cubiertas que incitan a cogernos; del tacto del papel; de nuestros lomos; del aroma que desprendemos: a tinta fresca de la última edición y a nostálgico perfume en las primeras; de las tapas traseras que con un pequeño resumen te animan a la lectura. El brillo de nuestras palabras no puede compararse con la fría luz de una pantalla, ni tus dedos con las teclas de plástico que la acompañan.

Hemos estado en tus manos desde el primer momento, elegidos en la librería, o llegamos a tu casa envueltos en papel de regalo. Algunos contenemos emotivas dedicatorias. Otros hemos sido marcados con tu ex libris. Nos has acariciado, besado, olido, escuchado, a veces caímos al suelo cuando cerrabas los ojos de cansancio. Hemos viajado contigo, a la playa, a la montaña, mojado juntos, rebozado en arena, manchado, reído, llorado, vivido, y no nos ha importado, te queríamos tal como eras. ¿Imaginas lo que durará el “ebook” en tus inquietas y torpes manos? ¿Y cuando se agote la batería y te deje colgada en el desenlace final? Maldecirás y lo estamparás contra el suelo.

No queremos amenazarte pero sabes que hay otros libros no tan buenos como nosotros. Libros asesinos, sicarios dispuestos a vengar grandes afrentas. Libros que ocultan un arma de fuego en su interior, prestas a dispararse involuntariamente. Libros con puñales afilados, con veneno en polvo entre sus páginas, cargados de explosivos, infectados de radiactividad. Otros, como volúmenes de enciclopedia, aparentemente inofensivos, caen desde gran altura impactando en las cabezas y causando daños cerebrales irreparables. Debes valorar los pros y los contras en tu decisión y no dejarte llevar, como haces habitualmente, por la primera impresión, por impulsos emocionales, pues las consecuencias pueden ser nefastas para ti y para nosotros.

Con cariño y resquemor,

Tus libros de toda la vida


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