Carlos, cuando una vida se apaga, queda un vacío imposible de llenar.
“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”. Fernando Pessoa
Las ideas, expresadas con palabras, salen de nuestra clausura, a través de puertas giratorias, para ser consumidas por quien quiera adquirirlas.
Subir la persiana, abrir la ventana y descubrir un nuevo día dibujado a lápiz, sin detalles, sin matices, muy esquemático, para qué más.
Detrás de los barrotes, encerrada, quedó mi sombra, por mala. Ahora vago libre, sin la carga de llevar a alguien detrás, o delante, o al lado, según sople el sol; limpiamente vago, sin dejar rastro en el camino, ni huella que me delate.