La física cuántica a puesto al descubierto ciertos fenómenos producidos en el ámbito de las partículas subatómicas (protones, neutrones, electrones, etc) que confirman la existencia de múltiples posibilidades, y por tanto de realidades, de la materia.
Los experimentos con la molécula de fullerano demostraron que los átomos que la componen pueden pasar simultáneamente por dos agujeros separados. Es decir están al mismo tiempo en dos lugares distintos (bilocación).
En otros casos si un observador controlaba el experimento las partículas subatómicas cambiaban de comportamiento y atravesaban un solo agujero.
Nuestro cerebro realiza las mismas conexiones neuronales y registra los mismos procesos si observamos, por ejemplo, un árbol que si lo imaginamos con los ojos cerrados.
Dónde está pues la verdadera realidad. Cuál es la diferencia entre ficción y realidad.
Tendríamos que hablar de posibilidades de la realidad: de mostrase ante nuestros sentidos más básicos o de manifestarse en otras formas más sutiles pero igual de reales.
El átomo con su núcleo de protones y neutrones, y los electrones que giran a su alrededor, es un fiel reflejo a pequeña escala del universo, de los universos formados por cuerpos esféricos orbitando en el espacio/tiempo.
Las partículas subatómicas prácticamente carecen de materia, como nuestros sueños, y por tanto se desplazan libremente en el espacio e incluso son capaces de llevar, como nosotros, vidas paralelas en hemisferios diferentes.
Fenómenos que fueron anticipados por la filosofía budista hace más de 25oo años: la naturaleza vacía de los fenómenos (vacuidad).
Somos lo que pensamos, lo que imaginamos, lo que soñamos y lo que aparentemente vivimos. No hay límites para la física cuántica y por tanto no debe haberlos para nosotros, aprovechemos pues nuestras infinitas posibilidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario