Como pez en el agua en tus mares me sumerjo y acaricia mi memoria tu recuerdo, sirena eres de otro tiempo.
“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”. Fernando Pessoa
Como pez en el agua en tus mares me sumerjo y acaricia mi memoria tu recuerdo, sirena eres de otro tiempo.
En el escaparate de la vida te expondrás para ser observado. Podrás vestirte llamativamente, de camuflaje o según la moda que marquen. Adoptarás un papel o te mostrarás tal como eres. Pasarán por delante de ti, te mirarán de reojo, por encima del hombro o frente a frente, pero todos, en algún momento, se verán reflejados en los cristales y serán juzgados.
Como el agua, como el aire, como la masa que amasas con tus manos, mi corazón adopta todas las formas, se deforma, se transforma y se conforma cuando pasas por delante de él, con solo verte.
Si él ya está muerto y por tanto no sufre: ¿por qué has de sufrir tú? Acéptalo, intenta vivir en paz y ser feliz, ese era su deseo.
Ahora, que ya no es hora de decirte nada y porque nada nuevo tengo que decirte, quiero decirte, para que no lo olvides, incluso cuando lo hayas olvidado todo, que un día te quise, sin querer y sin darme cuenta, y que desde ese día no he podido dejar de quererte, hasta ahora.
Amor eterno se juraron y
abrazados se arrojaron al vacío, desde la peña de los enamorados, la mora y el
cristiano.
Ahora que tú duermes y que yo velo, vuelo hacia allí, escondido en un sueño, para hacerme dueño de ti y esclavo de tu deseo.
Las mejores películas son las que tú te montas. Protagonista eres en todas ellas. Yo me conformo con papeles secundarios con tal de estar a tu lado.
Nos pasamos media vida esperando que pase algo interesante y cuando pasa, sucede tan deprisa que no llegamos a sentirlo.
El Portichuelo, capilla tribuna de la Virgen del Socorro, de 1.715, es testigo y protagonista de la vida de Antequera. Hay otras capillas en la ciudad, pero ninguna la iguala en belleza.
La realidad y la ficción, la verdad y la mentira, el amor y el desamor, complementarios son cómo el reflejo de tu mirada en el estanque.
Hay una moda que se repite hasta la saciedad y otra que permanece varada en el tiempo esperando una oportunidad. Atrévete a ser diferente, que no te importe el qué dirán. Lía, frente al cine Torcal.
Buscando mis sombras encuentro tu luz filtrada. Toldos que profundizan la mirada, calles en penumbra, cielos de tela y malla. No voy solo, tu recuerdo me acompaña, pasos perdidos, pisadas que resuenan en mi alma.
Si el paisaje y el momento lo merecen, siéntate y escucha pasar la vida, no tengas prisa, al final todo llega, también el amor, cuando menos lo esperas.
En un viaje planificado conviene saltarse el guion cuando aparece de improviso un cartel anunciando construcciones y parajes singulares. Carreteras secundarias y caminos de tierra nos conducen a donde no llega casi nadie, allí es donde mejor me encuentro.
Un mar es algo más que una masa de agua superficial. Es también un espejo que refleja la vida que se asoma a sus orillas. Cuando estás alegre, son tus ojos mares de risas reflejados en los míos. Yo apenas río, pero me asomo a ellos y te escucho.
Un río es algo más que un curso de agua superficial. Es también un espejo que refleja la vida que se asoma a sus orillas. Cuando estás triste, son tus ojos ríos subterráneos de lágrimas reflejados en los míos. Yo apenas lloro, pero me asomo a ellos y te escucho.