No todos los relojes cambiarán la
hora, los de sol permanecerán fieles al astro rey. Qué más da una hora antes
que una después, la vida no se detiene, va siempre puntual con el destino.
“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”. Fernando Pessoa
No todos los relojes cambiarán la
hora, los de sol permanecerán fieles al astro rey. Qué más da una hora antes
que una después, la vida no se detiene, va siempre puntual con el destino.
Cómo vasos comunicantes, compartimos la esencia que nos llena y complementa. Lo que yo pierdo tú lo ganas, ganas inteligencia, juventud, belleza y presencia. Contigo aprendo a conocerme ya reconocerte. En los malos momentos, cuando se nubla tu mente, soplo con fuerza mi viento que la despeja. Y cuando los tiempos son buenos, la risa nos ilumina por dentro y por fuera. Decir algo más sería volver a decir lo mismo, pero con otras palabras. Por tanto, me callo hasta que amanezca.
Sobre planta cuadrada o rectangular, se alzan claustros románicos, góticos, o de cualquier otro estilo arquitectónico. Claustros que nos aíslan del exterior y nos permiten concentrarnos en nosotros mismos. Un patio ajardinado, algunos árboles, una fuente en el centro y el canto de los pajarillos nos conecta con la naturaleza. Si miramos hacia arriba encontramos siempre un cielo tan cambiante como las estaciones del año. Y dentro del cuadrado o del rectángulo, nuestros pasos describen una órbita circular o elíptica, alrededor siempre de nuestros pensamientos más nobles. Espacio donde encontramos paz interior y respuestas a las preguntas que la vida nos plantea a diario.
Fuegos de artificio iluminan la noche. Palmeras de luz y color pintan el cielo entre explosiones. Olor a pólvora quemada y humo que el viento pronto disipa. De moros y cristianos es la fiesta, en paz, recordando aquellas batallas de conquista y reconquista.
Lo peor que nos puede pasar es
que no nos pase nada. Pasar por la vida como si no hubiésemos nacido, vivir sin
sentido y morir sin pena ni gloria.
Horas después de abandonar la habitación del hotel, todavía flotaba en el ambiente el fulgor de la noche anterior. Como olas de un mar agitado que busca la calma, así quedaron impresos en sábanas blancas los vaivenes de dos cuerpos náufragos que se agarran el uno al otro para mantenerse a flote. A través de los ventanales, testigos de un largo amanecer, la luz dejaba al descubierto las huellas de una misteriosa historia de amor. Mientras tanto, otros viajeros esperaban tomar posesión de aquel espacio para dar vida a nuevos guiones en blanco.
Dicen que en la vida siempre es mejor dar un paso adelante que uno hacia atrás. En algunas situaciones resulta evidente, pero en otras no..
A lo largo de la vida subimos y bajamos escaleras, unas amplias y cómodas, otras estrechas y retorcidas. Lo importante, si ya hemos bajado a los infiernos y tocado fondo, es tomar impulso y subir con toda la fuerza posible. A pesar de las dificultades que cada día se nos presentan, debemos seguir hacia adelante, no está permitido rendirse.
Girando elípticamente alrededor del Sol vamos cerrando y abriendo años, cada uno desde la raya que considera punto de partida, para regresar siempre al mismo lugar un tiempo después. Y después de todo lo vivido aquel verano, que ya pasó, recordamos los gratos momentos vividos y dejamos en el fondo de nuestra memoria, para el olvido, aquello que no merece la pena recordar. Otoñalmente nos toca vivir ahora, construyendo nuevos relatos que el viento arrastrará a ras del suelo alfombrando nuestro camino.
Pilar fundamental de nuestras
vidas es el amor. Si no lo tienes, búscalo denodadamente. Y si te acompaña
desde hace un tiempo, riégalo todos los días para que no marchite.
Debajo de nuestra corteza siempre
hay algo nuevo por descubrir.
"Abuelo"
Talla en nogal
Juan López García
En el día del Señor, todas las
Iglesias abren sus puertas. No te quedes fuera, entra. Encontrarás algo nuevo
para ver y mucho que sentir. No es sólo cuestión de fe. Es arte y
espiritualidad. Es placer.
Un nudo en la garganta, en la
recámara dos lágrimas oxidadas, el corazón en un puño, triste mi alma y allá, a
lo lejos, inalcanzable, tu mirada.
Ahora, cuando habla el silencio y la palabra calla, en la oscuridad de la noche y con la luz de la pantalla, te escribo estos versos, sin rima ni alma, pero con el mismo amor de hace unas semanas. Para allá van, no los leas ni los guardes para pasado mañana. Tápate los ojos, cierra tu corazón y elimínalos, así no sentirás nada.
A las fuentes de la memoria acudo cada vez que quiero recordar los viajes que hicimos juntos, ninguno de ellos fue en vano y todos nos aportaron mucho.
Señales dobles encuentro en mi
camino. Flechas amarillas, sobre fondo azul, indican la dirección para llegar a
ti y estar contigo.
Si no soy un remanso de paz, unas palabras de comprensión, de ánimo, de cariño y mucho amor, no soy nada. Y ese quiero que sea mi papel y el lugar donde tú entres cada mañana para respirar un poco de aire nuevo, fresco y cálido a la vez. Un hombre que te acompañe en el día a día y que, sin ser la solución a todos tus problemas, alivie tus penas y provoque una sonrisa en tu rostro, porque cuando sonríes eres la más bella. Ese quiero seguir siendo yo, voy a ver si lo consigo.