“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”. Fernando Pessoa
jueves, 23 de julio de 2009
Leyes del éxito.
La Ley de la Potencialidad Pura se vive a través del silencio, a través de la meditación, a través de la abstinencia de juicios de valor, a través de la comunión con la naturaleza, pero se activa por la Ley de la Entrega. El principio de ésta es aprender a entregar lo mismo que se busca. Si usted busca abundancia, entregue abundancia; si busca dinero, entregue dinero; si busca amor, aprecio y afecto, aprenda a entregar amor, aprecio y afecto.
A través de sus actos en la Ley de la Entrega usted activa la Ley del Karma. Crea buen Karma, y el buen Karma lo facilita todo en la vida. Usted advierte que no tiene que gastar demasiado esfuerzo para satisfacer sus deseos, lo que lo lleva automáticamente a comprender la Ley del Mínimo Esfuerzo. Cuando todo es fácil y libre de esfuerzos, y sus deseos se están realizando constantemente, usted empieza a comprender espontáneamente la Ley de la Intención y del Deseo. La realización de sus deseos con una facilidad libre de esfuerzos le facilita la práctica de la Ley del Desapego.
Por fin, cuando empieza a comprender todas las Leyes anteriores, empieza a centrarse en su verdadero propósito en la vida, lo que lo conduce a la Ley del Dharma. Por medio del uso de esta Ley, expresando sus talentos singulares y satisfaciendo las necesidades del prójimo humano, usted empieza a crear todo lo que desea, siempre que lo desea. Se vuelve despreocupado y alegre, y su vida se convierte en una expresión de amor sin límites.
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