Vamos camino de Navarra
Que Javier nos aguarda
En su castillo naranja.
Parada en Ejea,
A comer de cualquier manera,
Derramo el café en la barra de Nerea.
Stop en Sádaba,
Foto al castillo,
Salir corriendo que algo aprieta.
Pasamos por Sos con prisa
Y también por Sangüesa,
Por fin Javier nos recibe
En su hotel de princesa.
Teatro en la calle nos espera:
"El marido cornudo por méritos propios"
Y la Señora actuando, de qué manera.
Pinchos de tortilla en la cena
Con rosados y alguna hamburguesa.
Noche de colchón torcido
Que el cuerpo sufre dolorido,
Desayuno tranquilo y vamos pitando
Que los Pirineos se acercan.
Valle de Salazar con Gaztea,
El vasco que no entendemos
Pero la música nos camela.
Ochagavía primero con Muskilda
Y el puente medieval cruzando el río.
Comida en Isaba tras la visita gañote,
Pensión de Lola con la servilleta 393
Y el clavo oxidado cual garrote.
Buscamos el dolmen en Belagua
Y recorremos el Hayedo de los Sentidos
Agarrados a la cuerda, con los ojos dormidos.
Regreso por el Roncal,
Que están de fiestas patronales,
Queso para vender y carreteras comarcales.
Por las noches a cenar en Zangoza,
La mujer de la curva nos observa
Camino a su trabajo de alerta.
El camarero antipático del Leyre,
Que ni siquiera saluda,
Cambiaremos de bar
Con gente más alegre.
Control de seguridad en Jaca,
La policía asustada,
El fusil apuntando a las pestañas.
Visita guiada, clarete y tapa,
Comida en el Biarritz muy guapa.
San Juan de la Peña, arriba y abajo,
Santa Cruz de la Serós con sus iglesias
Y el abuelo a la sombra descansa.
Visita a Roldán en Roncesvalles
Y a los vecinos de San Jean en Francia.
Regreso a comer a Orreaga
Y el salero se esparrama.
Italianos orando ante Santiago peregrino,
Con un euro damos luz a su camino.
Orbaizeta abandonada,
Con su fábrica de armas arruinada.
En la foz de Lumbier
El túnel traspasamos
En busca del clavo 62
Que desvele el misterio gazteano.
Los monjes de Leyre
Cantan sus gregorianos,
Les robamos las fotos
Aunque alguien proteste.
A Pamplona ya no hemos de ir
Porque ya llegamos.
La plaza de toros dispuesta
Para fotografiarnos tras la barrera.
Recorrido inverso del encierro
Por estafeta al ayuntamiento.
Saludos a San Fermín,
Así de chiquitín.
Comida en Café Iruña,
En la Plaza del Castillo.
De tiendas por la tarde
Hasta agotar el bolsillo.
El valle de Ansó atravesamos
Y volvemos a Lola,
Que nos espera en Isaba
Con la ternera cruda, poco asada.
Subida al puerto de Larrau,
Las palomeras camufladas.
Impresionantes vistas verdes
A un lado y otro de la frontera.
La Selva de Irati, abajo, el otoño espera
Y las vacas que pastan a su manera.
Se acaba el viaje, con calma.
De regreso a La Mancha,
El Jamón de Teruel
En la autovía nos reclama.
El Torico no ha crecido
Pero sigue tan bonico
Encaramado en su pilastra.
Volveremos a Navarra
A resolver los misterios
De este viaje con alma.
Que Javier nos aguarda
En su castillo naranja.
Parada en Ejea,
A comer de cualquier manera,
Derramo el café en la barra de Nerea.
Stop en Sádaba,
Foto al castillo,
Salir corriendo que algo aprieta.
Pasamos por Sos con prisa
Y también por Sangüesa,
Por fin Javier nos recibe
En su hotel de princesa.
Teatro en la calle nos espera:
"El marido cornudo por méritos propios"
Y la Señora actuando, de qué manera.
Pinchos de tortilla en la cena
Con rosados y alguna hamburguesa.
Noche de colchón torcido
Que el cuerpo sufre dolorido,
Desayuno tranquilo y vamos pitando
Que los Pirineos se acercan.
Valle de Salazar con Gaztea,
El vasco que no entendemos
Pero la música nos camela.
Ochagavía primero con Muskilda
Y el puente medieval cruzando el río.
Comida en Isaba tras la visita gañote,
Pensión de Lola con la servilleta 393
Y el clavo oxidado cual garrote.
Buscamos el dolmen en Belagua
Y recorremos el Hayedo de los Sentidos
Agarrados a la cuerda, con los ojos dormidos.
Regreso por el Roncal,
Que están de fiestas patronales,
Queso para vender y carreteras comarcales.
Por las noches a cenar en Zangoza,
La mujer de la curva nos observa
Camino a su trabajo de alerta.
El camarero antipático del Leyre,
Que ni siquiera saluda,
Cambiaremos de bar
Con gente más alegre.
Control de seguridad en Jaca,
La policía asustada,
El fusil apuntando a las pestañas.
Visita guiada, clarete y tapa,
Comida en el Biarritz muy guapa.
San Juan de la Peña, arriba y abajo,
Santa Cruz de la Serós con sus iglesias
Y el abuelo a la sombra descansa.
Visita a Roldán en Roncesvalles
Y a los vecinos de San Jean en Francia.
Regreso a comer a Orreaga
Y el salero se esparrama.
Italianos orando ante Santiago peregrino,
Con un euro damos luz a su camino.
Orbaizeta abandonada,
Con su fábrica de armas arruinada.
En la foz de Lumbier
El túnel traspasamos
En busca del clavo 62
Que desvele el misterio gazteano.
Los monjes de Leyre
Cantan sus gregorianos,
Les robamos las fotos
Aunque alguien proteste.
A Pamplona ya no hemos de ir
Porque ya llegamos.
La plaza de toros dispuesta
Para fotografiarnos tras la barrera.
Recorrido inverso del encierro
Por estafeta al ayuntamiento.
Saludos a San Fermín,
Así de chiquitín.
Comida en Café Iruña,
En la Plaza del Castillo.
De tiendas por la tarde
Hasta agotar el bolsillo.
El valle de Ansó atravesamos
Y volvemos a Lola,
Que nos espera en Isaba
Con la ternera cruda, poco asada.
Subida al puerto de Larrau,
Las palomeras camufladas.
Impresionantes vistas verdes
A un lado y otro de la frontera.
La Selva de Irati, abajo, el otoño espera
Y las vacas que pastan a su manera.
Se acaba el viaje, con calma.
De regreso a La Mancha,
El Jamón de Teruel
En la autovía nos reclama.
El Torico no ha crecido
Pero sigue tan bonico
Encaramado en su pilastra.
Volveremos a Navarra
A resolver los misterios
De este viaje con alma.
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