domingo, 24 de abril de 2011

La fuerza del viento.


Si el viento, que no vemos, es capaz de girar las aspas metálicas de un gigante molino, qué no será capaz de mover la cristalina mirada de unos ojos cuando enlazan en linea recta con los nuestros.
Su luz penetra en nuestra retina cegando nuestros banales pensamientos e iluminando nuestra piel que reacciona con un intenso escalofrío.
Porque hay miradas que matan con los rayos asesinos que emiten, y otras miradas que expresan cualquier sentimiento o emoción: tristeza, incertidumbre, sorpresa, timidez, alegría, rabia, amor, deseo...
Yo quedo paralizado con el viento de tu mirada, cuando inesperadamente te observo y me miras asombrada.

No hay comentarios: