Me detengo, reflexiono:
“Afronto todas las adversidades con gran fortaleza, intentando no hacer daño a nadie, y menos a las personas cercanas, pero siguiendo los pasos que me dictan la razón y mi corazón, que late tranquilo”.
Y actúo:
“En el tira y afloja permanente, desde el primer día que nos conocimos, que ayuda a mantener y renovar el amor o a extinguirlo definitivamente”.
Y ya no cuento más, y no porque no tenga nada más que contarte.
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