Y al final de la tarde, cansada, un poco triste y pensativa, regresas a los reinos de Neptuno para sumergirte en dulces sueños despiertos. Nadarás toda la noche, recordando aventuras fuera del agua al lado de quienes conocen y admiran tu esencia marina; y compartirás secretos profundos, con tus hermanas sirenas, bajo reflejos de
“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”. Fernando Pessoa
martes, 21 de agosto de 2012
Al final de la tarde.
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