sábado, 29 de septiembre de 2012

Sábado en otoño.


Sábado rutinario de otoño en un otoño especial.

Caminar, pensar, sentir la luz del día, la lluvia, el viento, algo, lo que sea.

Un café, un cigarrillo, una película y la música que suena en la noche: ¿bailamos?

¿Sientes mi respiración y el latido inquieto de mi corazón?

¿Para qué dormir si puedo soñar sin necesidad de cerrar los ojos?

¿Por qué el sábado es el día de la semana que más intensamente siento?

Me gustaría tener respuestas a estas preguntas, pero no es así, más bien necesito respuestas a mis dudas, aunque intuyo cuáles pueden ser.

¿Las conoces?

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