Una vez dado todo lo que llevábamos dentro llega, a finales de otoño, el final de un ciclo. Momento ahora, tras el ajetreo de la vendimia, de comenzar una nueva etapa en nuestras vidas. Vivamos el invierno con calma, congelados en un tiempo de reflexión y certidumbre, pues llegará, como siempre, una nueva primavera que brote a la vida en nuestras ramas.
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