No solemos ser... pero podemos ser lo que no solemos. Podemos abrirnos a alguien que apenas conocemos para contar nuestros secretos. Podemos vivir aquello que jamás pensamos vivir. Podemos sentir la alegría y la necesidad de compartirlo todo con alguien especial que nos escucha atento y nos hacer reír abriendo la puerta que no solemos abrir: la de la amistad y la del amor. Y si podemos hacer todo eso, que no solemos hacer, por qué no lo hacemos.
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