Hay elementos a nuestro alrededor
que parece que cobran vida e historias asombrosas, como la de aquel padre de
familia que, de tanto apagar las luces que sus hijas dejaban encendidas en
casa, se convirtió, de la noche a la mañana, en interruptor. Conviene, por lo
que os cuento, andar bien atentos para ver con otros ojos aquello que otros no
pueden ver.
2 comentarios:
Caja negra, lo siento.
Déjate ver
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