Brexit.

¡Vámonos!

Escaparate.

¿Habéis visto?

Deslumbrado.

Hay algo en ti que me deslumbra.

Amor de reojo.

Todo el tiempo contigo me parece poco y todo el tiempo sin ti me parece eterno.

Flores de primavera.

Hoy te traje flores de primavera para vestirte con ellas.

Fe.

Si tienes fe tu Dios está contigo.

Fresas.

A fresas me saben tus besos en primavera.

Globalización.

Así fueron los comienzos de la globalización: alegres y felices, en cambio ahora no lo son tanto. ¿Explotará?

¿Qué contar?

¿Qué contar cuando no hay nada que contar?

Cuando no brotan palabras de los dedos al pulsar el teclado y cuando se agota la poca tinta que quedaba en la mente.

¿Qué contar cuando no hay nadie al otro lado del teléfono?

Cuando se forma un gran vacío y ni el eco de su voz resuena en mi memoria.

¿Qué contar entonces?

Nada puedo contar, salvo que no puedo contar nada.

Peligro de derrumbe.

No hay disculpas que curen totalmente las heridas de una ofensa ni bálsamo mágico que borre para siempre el rastro de un desplante. No obstante conviene, si sentimos arrepentimiento, ofrecer nuestras disculpas y solicitar el perdón de la otra parte. Tal vez así logremos reconstruir una amistad rota o recomponer un amor herido de muerte.

Agitación.

Vivimos tiempos agitados que impiden ver con nitidez los devastadores efectos de tan rápidos cambios. Antes todo era más lento y más sencillo, más amable y más humano.

La chica de enfrente.

Ahora puedes levantar tu mirada y mirar de frente, verás a quien, desde tan cerca, te escribe.

Qué remedio.

¿Qué remedio nos queda?

Fallas.

Ahí es donde fallas...

Callado.

Las más bellas historias de amor son aquellas que no se cuentan, por eso permaneceré callado para que no pierda el encanto la nuestra.

Rayuela.

Juego de niñas en mi memoria, casillas y números, un tejo en el suelo y tú saltando a la pata coja, Rayuela.

¡Despierta!

¡Despierta!, que ya viene a vestirte la primavera.

En el puerto.

Amárrate a mí.

Rescoldos.

En cenizas quedó la pasión que lo avivaba y de aquellas fogosas llamas tan sólo rescoldos, débilmente, crepitaban. Hay amores que, sin darnos cuenta, a fuego lento se apagan.

Tarde gris.

De gris se vistió la tarde para recibirnos.

Cruz.

Y, desde entonces, el símbolo de su muerte le mantuvo vivo.

Entre palmeras.

Entre palmeras paseaba triste su desdicha bajo una luz amortiguada. Sentía la soledad acompañándole por dentro y el silencio de lejanos recuerdos sonaba con fuerza aquella mañana. La vida se deshacía bajo sus pasos sin apenas horizontes que recorrer. Sí, era el final tantas veces anunciado y no, ya no había marcha atrás.

He dicho.

Ni que decir tiene que ya está todo dicho y dicho sea de paso no hay nada más que decir.

Humo.

Señales de humo envío desde mi chimenea, interprétalas antes de que se desvanezcan.

8 de marzo.

A las mujeres que, con esfuerzo, entusiasmo, amor y alegría, conquistan el mundo cada día.

Como una moto.

Estamos como esta moto: antiguos y trasnochados, aunque con cierto encanto.

La sirena azul.

Allá donde voy me acompaña siempre una sirena azul. Con su atrayente cuerpo, sonrisa amable y cálida mirada, quedo hipnotizado. Sueño que me abraza, besa mis labios y, mirándome fijamente a los ojos, pronuncia un "Te quiero". Despierto envuelto en el aroma del perfume que deja en la almohada y me siento felizmente enamorado.

En la esquina.

Lo que un día fue hogar ahora es un solar de tierra húmeda y paredes desconchadas a cielo abierto. Recuerdos que se evaporan en la memoria de aquellos que crecimos correteando por las esquinas de los años sesenta descubriendo un mundo que ya no reconocemos. Será, tal vez, nostalgia de un tiempo inocente y feliz.

Domingo.

"Dejad que los niños, y las niñas, se acerquen a mí".

Temporal.

Temporal en mi mente, temporalmente.

Amores difíciles.

Hay amores que, inexplicablemente, todavía se mantienen en pie. Son amores difíciles y hermosos que el tiempo no consigue derrumbar.

Nuestro disco.

Como un disco rayado giran nuestras vidas desde el inicio hasta el final, repitiendo errores y regresando siempre al mismo lugar.

Lo que somos.