miércoles, 22 de marzo de 2017

Peligro de derrumbe.


No hay disculpas que curen totalmente las heridas de una ofensa ni bálsamo mágico que borre para siempre el rastro de un desplante. No obstante conviene, si sentimos arrepentimiento, ofrecer nuestras disculpas y solicitar el perdón de la otra parte. Tal vez así logremos reconstruir una amistad rota o recomponer un amor herido de muerte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

«Un hombre libre procura unirse a los demás por amistad…». Sólo por amistad se es libre. Sólo. Lo demás, todas esas cosas que tanto gustan enfatizar los necios, ideales, religión, amor, política…, son juegos. Entretenidos, en mayor o menor medida. La amistad sólo —que no es un sentimiento, sino una inteligencia— se sabe intemporal, y nada desea, y nada espera, y nada ofrece. «Un hombre libre procura unirse a los demás por amistad… y no devolverles beneficios que, según la opinión de ellos, sean equivalentes, sino guiarse a sí mismo y guiar a los demás conforme al libre juicio de la razón, y hacer sólo aquello que se sabe primordial»..
De la amistad . Gabriel Albiac