Todo empezó a ir mal desde el
momento en que nada acabó como debía. Sí, desde ese instante que tú ya sabes,
pero que todavía no quieres recordar. Mal porque se rompió la confianza que nos
unía y dio paso a la incertidumbre. Ahora queda mucho camino por recorrer y
demasiado trabajo que realizar para intentar recomponer aquello que nos unía,
llámale amistad, amor o sintonía.
1 comentario:
Qué imbécil es la mujer!!!!
Qué forma tan absurda de amargarse el día.
Qué pena!
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