Ni que decir tiene ni que
escuchar menos, mudo y sordo en mitad de la noche. Una sirena, vestida de
naranja, rasga el silencio camino de un hospital cualquiera. Urgencias de la
vida para curar heridas y evitar la muerte. Y la Luna sigue ahí arriba, flotando
entre nubes, llena de misterio, iluminando sueños. ¿Qué será de nosotros cuando
amanezca?
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