A modo de barco, en medio de la
pradera, navegaba una manzana entera, bajo un cielo de nubes tristes, aquella
tarde de primavera. Un depósito de agua por chimenea, humo que chispea, confinado
el pasaje rumbo a Corea. Náufrago de tu mirada, captaba yo el momento, desde la
otra orilla de un mar de espigas, en mitad de la nada.
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