A las 07:33 de un día de octubre comienza a amanecer y las primeras luces azules y frías de la mañana conviven con las amarillas y cálidas de la noche que termina, no llegan a mezclarse y en un par de minutos ambas habrán desaparecido dejando paso a otra luz, uniforme y única, que dominará todo el espacio. A todas luces doy fe.
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